UN ACCIDENTE VITAL(Testimonio de mi paso por la Comunidad de las 12 Tribus)

Fuente: RedUne overblog

Publicado en 6 Julio 2013 por grupos-de-manipulacion-mental

 ¿Por qué entrasteis en esta secta?

Imagínate que atraviesas una de esas numerosas fases de la vida en que no te sientes bien;
tienes problemas con el trabajo o con tu economía; estás atravesando una etapa difícil con tu
pareja, con la que tienes dos hijos más la otra hija pre-adolescente de la anterior relación.
Lo que ves en los colegios públicos no te agrada y no puedes acceder a los privados.
Lo que oyes en las noticias te desanima. Estás pesimista y lo ves todo bastante negro.
Un día recibes una llamada de un antiguo amigo que se interesa por ti y al que (según cuenta)
se siente estupendamente con su vida; se siente que está realizando una gran labor para la
humanidad, ha rehecho su matrimonio y lleva una vida espiritual que se plasma día a día en
una vida en comunidad en el campo, con huerto y alimentación biológica, medicina natural y
otras tantas cosas que (él sabe) a ti te gustan.
Al final de la conversación te invita a hacerles una visita y comprobar in situ su felicidad.
Cuelgas el teléfono y… te sientes ilusionado. Te ha reconfortado su interés por ti y su
afectuosidad. Pero sobre todo ha depositado una esperanza de que las cosas pueden ser de
otra manera. Llega tu mujer a casa y le transmites tu ilusión y tu entusiasmo y ella se contagia.
Realmente estabais necesitados de ilusiones, de esperanzas, de salida a esta situación.
ESTA NECESIDAD FUE EL MOTOR QUE NOS LLEVÓ A ESTE “ACCIDENTE EN NUESTRA
VIDA”
 
Cómo aceptar lo inaceptable: la irracionalidad
Os habéis decidido y con mucha ilusión y muy necesitados habéis hecho un largo viaje con los
niños que os ha llevado a la “comunidad”. Allí sois recibidos con exquisita amabilidad y
generosidad abrumadora. Pocas veces en la vida os habíais sentido tan bien tratados.
Entre continuas alusiones a su dios, que según ellos es el que les da todo lo que tienen, os van
ofreciendo todo lo que necesitáis: afecto, comprensión, seguridad física y económica, paz
matrimonial, educación familiar… y
SER UNO DE LOS ELEGIDOS PARA TRAER AL MESIAS
Y SALVAR A LA HUMANIDAD.
 
Resulta tentador, ¿no? Para nosotros, lo fue.
Sí es cierto que efectivamente su ideología resulta abiertamente fanática, sectaria y
exclusivista. Es cierto que a tus cuarenta y tantos años y tu experiencia resulta francamente
difícil aceptar lo irracional de la propuesta. Pero…
¿Satisfacen tus necesidades? Si es así, la trampa está servida: priorizarías esa satisfacción
sobre tu razón. Comenzarías a “dejar pasar” y a taparte los ojos, mientras comenzarías a
disfrutar de liberarte de esas cosas que antes tanto te preocupaban y te angustiaban, entre
excusas de “esto aún no estás preparado para comprenderlo” o “con el tiempo ya lo
entenderás” o “al principio a todos nos pasa lo mismo”.
La Nueva Vida
Así que en un hermoso día de verano y en un río o playa de aguas cristalinas, entre gritos de
júbilo y alabanzas al señor por haber recibido a un nuevo elegido para el sacrificio, serías
bautizado y comenzarías una nueva vida:
En cuanto has sido recibido como nuevo miembro del grupo se te asigna a un hermano que te
dará las instrucciones y te guiará en la nueva vida. Todo lo que haces has de consultárselo:
llamar a tu familia, comunicarte con tus amigos, escribir cartas…
Tu relación matrimonial va a ser guiada por nuevas normas que te dirán hasta cuántas veces
haces hacer el amor con tu mujer y cómo.
A tu nueva vida, deberías borrarle el tu, porque ya no es tuya.
Os podéis imaginar lo demás: largos monólogos de los dirigentes de la secta, sin réplica ni
cuestionamiento. Adiestramiento ideológico a las 6,30h de la mañana y a las 7h de la tarde.
Trabajar de sol a sol con actitud dispuesta a hacer todo lo que te digan sin réplica ninguna. La
obediencia es la máxima virtud. Etc, etc.
La salida
Mientras hay vida hay esperanza, dice el dicho. En nuestro caso un acontecimiento familiar
dramático desencadenó nuestra salida de la secta. En principio no nos dejaban salir de allí,
pero cuando la situación familiar se agravó nos dejaron ir a visitar la familia unos días. A pesar
de sus continuas llamadas, advertencias del peligro al que nos exponíamos, ocurrió lo que
tanto ellos temían: que no quisiéramos volver.
Resulta paradójico que la muerte nos devolviera a la vida, pero así fue. Tocados en nuestros
corazones, conmovidos por los acontecimientos, una parte de nosotros acallada y reprimida
comenzó a despertar ya hablar y a habar y a hablar…
Ha pasado un año y medio desde que nos salimos. Estoy contento por la vida que llevo. Asumo
las dificultades de mi vida bajo mi responsabilidad y no espero que nada ni nadie me las
solucione, intentando aprender de ellas.
He perdido una parte de mi ingenuidad y cierta admiración que tenía por los movimientos
espirituales.
Considero mi experiencia en la secta como uno de los mayores aprendizajes de mi vida, que
me ha hecho madurar y saber qué es lo que quiero y lo que no. Pero no deseo a nadie que
tenga este tipo de accidentes. Os lo aseguro.
Hay algo que no entiendo: qué sacan ellos de la secta. ¿Qué buscan? ¿Cuál es su motivación?
¿Cuál es su beneficio?
En mi opinión es el poder. Poder sobre los demás. Poder económico. Poder de salvación.
Bien amigos, confío en que no cometáis mis errores y que estéis atentos al discurso sectario
que desgraciadamente se cuela en organizaciones, empresas, grupos políticos, etc y que se
utiliza para controlar y manipular a los demás. Pero sobre todo, sobre todo hay que estar atento
a uno mismo.
Xavier Mas.
(ex adepto de las doce tribus).