Extractos de los “Manuales de entrenamiento infantil” de las Doce Tribus

Traducidos del ingles por E. P.

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LA FUNDACIÓN PARA EL COMIENZO DEL ENTRENAMIENTO

“Instruya a su hijo en su camino, y de viejo jamás lo abandonará” (Pr 22:6)

Introducción

En la vida de nuestros hijos hay ciertos puntos críticos. Comenzar el entrenamiento a los 6 años es uno de ellos. Es un buen momento para hacer una pausa para reflexionar cómo les estamos moldeando. ¿Cómo es su base? ¿Es sólida? ¿Durará a lo largo del tiempo?. Tenemos que cerciorarnos de que lo que le estamos enseñando haga de ellos discípulos de nuestro maestro Yashua. Nuestro Elohim está creando una ciudad con sus fundamentos.

Cuando comprobamos que ha pasado el test, nos regocijamos al igual que se regocijó Abraham cuando Isaac fue desprendido. (Ven 21: 8). ¿Y de qué se regocijó?. En parte porque Isaac estaba libre de estar a su lado, para recibir la vida que Abraham quería darle. Fue un hito en la vida de Isaac. En el mismo caso, cuando un niño se considera maduro para ser apartado de Imma (madre en hebreo) y Abba (padre en hebreo) para iniciar su educación con el rabbi o los profesores, es un punto significativo. Es una señal que se hay un fundamento en la vida de ese niño.

Desde siempre hemos escuchado que el carácter de un niño está determinado a la edad de 4 años, y que esos primeros y tiernos años son como una tierra fértil en la que se puede plantar la semilla de los buenos hábitos. Y como los padres son la fuente del desarrollo espiritual, físico, y mental del niño; tienen que ser cuidadosos de no depender de nadie, ni rabbi , ni profesor, ni persona mayor, o muchacho ; en el proceso de implantación de esta fundación.

Los padres, aquellos que fueron delegados por Dios para entrenar al niño, son aquellos que ejercitan su poder de influir en los corazones y mentes de estos pequeños. ÉL (Dios) responsabiliza a estos de la disciplina y entrenamiento de los primeros años. Ellos son los responsables de cualquier influjo que entra en el alma de sus pequeños.

Desde “Incluso un niño es conocido por sus acciones, según su conducta sea pura y correcta” (Pr 20:11), es obvio en ese caso que la base ha sido fundada. Cualquier persona de la casa con vista, podrá reconocer si un niño está suficientemente entrenado para comenzar con la enseñanza. Los padres son honrados al comprobar que sus esfuerzos para mantener a su hijo bajo control ha dado sus frutos. El niño sumiso y tratable ha trazado un curso que conducirá al Bar Mitzvah, y la vida de discípulo. Esos padres pueden entonces delegar su autoridad a un rabbi o profesor para que colabore con el entrenamiento. El niño podrá ser entrenado, enseñado e instruido en todos los aspectos necesarios para convertirse en un adulto, útil para servir en su trabajo. Cuando hay un acuerdo genuino entre padres, rabbis y profesores respecto al entrenamiento de los niños, nuestro Padre bendecirá esta delegación de autoridad y añadirá gracia y fé a la enseñanza que se imparte en la clase.

 

 

Cómo saber si un niño está preparado

Los niños del Edah ya están controlados cuando se consideran maduros para su entrenamiento a la edad de 6 años. De otra forma, el rabbi no dará su aprobación para comenzar con el entrenamiento y lo devolerá a sus padres. Los padres no pueden delegar en nadie para controlarlos, sobre todo a un rabbi o profesor. Todos los niños del Edah, a la edad de 6 años, han sido exigidos a escuchar a sus padres dócilmente, sin contestar o quejarse.

Si un niño continúa merodeando o no fijando su atención en ti, o parlotea y te ignora, está expresando rebelión. Un niño debería haber sido entrenado y controlado para prestar atención precisa a sus padres, antes de ser delegado a un rabbi o profesor. De otra forma, si se le admite en un grupo perturbará a los niños controlados. Un niño debe prestar atención a sus padres mirándote a la cara, a los ojos, y expresando verbalmente su aceptación a tu instrucción con una actitud de honor y respeto;. (Efe. 2:1; Ex 20: 12). Si los padres han exigido atención y respeto por parte de su hijo, su hijo estará preparado para el entrenamiento.

Un niño al que se le ha implantado la fundación del respeto y obediencia será capaz, a la edad de 6 años, de cumplir las normas de la lista de abajo. Ningún crio es perfecto, pero es una cuestión de práctica. ¿Está bajo control? ¿Respeta la autoridad de otros adultos en especial la de los padres? ¿Puede ser dirigido con facilidad? ¿Es ingenuo, dócil e influenciable? Si se da ese caso, es enseñable y puede ser considerado como apto para comenzar el entrenamiento.

Algunas normas para el Comienzo del Entrenamiento

  • El niño es capaz de recibir instrucción y corrección por parte de sus padres sin contestación o queja
  • Puede mantenerse quieto y callado (por ejemplo; en la mesa, en el tiempo de preparación, durante la enseñanza), y mantenerse de pie (por ejemplo durante el minchot).
  • El o ella responde cuando se le habla y responde verbalmente a la instrucción, corrección, o estímulo con actitud de respeto y honor.
  • El niño va de un sitio a otro sin correr, saltar o balancearse etc.
  • Puede prestar atención, o escuchar durante largos periodos de tiempo (puede mantenerse sentado y responder a la charla antes de cortar el pan).
  • Puede emplearse en tareas que difíciles y demandantes tanto emocional como físicamente (para el comienzo del entrenamiento el niño debería ser capaz de trabajar toda la mañana junto a su Imma en la cocina, y dejando que ella le dirija).
  • Ha aprendido a autocontrolarse en situaciones sociales (puede estar en el michot sin hablar, tocar, señalar o cualquier otra forma de tontería con los niños de alrededor)
  • Demuestra la voluntad de complacer a sus padres
  • Se muestra favorable a la autoridad de otros adultos, además de la de sus padres
  • Respeta a los niños mayores
  • Declarar ante la comunidad
  • Cantar en voz alta