La mujer se trasladó a Cataluña con el padre del niño tras abandonar la comunidad de Agones
Fuente:La Nueva Espaǹa-28 diciembre 2008
Asturias, Oviedo, I. R.
El mismo día en que se hizo pública la resolución del juez y por razones que no
trascendieron, Cynthia y sus tres hijos abandonaron la comunidad de Las Doce Tribus y
se trasladaron a Barcelona, donde residen -al menos temporalmente- con Iván y su
familia. Por este motivo, el abogado de este último, Pedro Menéndez Prieto, no recurrirá
el auto judicial, aunque afirma: «Sí procedería una modificación de las medidas para
acomodarlas a la nueva situación». A pesar de ello, el letrado asegura que los argumentos esgrimidos por el juez en su
resolución son «más que discutibles y criticables». Y añade: «Así se pronuncia la
justicia en este país, donde un niño es apartado de sus abuelos por tener sobrepeso
(abstrayéndose de sus propios sentimientos y de los de sus abuelos), una madre es condenada a pena privativa de libertad por dar una
bofetada a su hija o, como es el caso, los poderes públicos consienten sin rubor que los niños estén sin escolarizar, se
les obligue a trabajar desde una edad muy temprana, no estén sometidos a ningún control médico-sanitario y sean domesticados, como
si de un animal de compañía se tratase, con la ayuda de una vara de madera. Por nuestra parte, haremos lo imposible por probar que la investigación llevada a cabo por la fiscalía y por los servicios municipales de Pravia se ha quedado en lo superficial, no habiendo profundizando en el verdadero sustrato que subyace bajo los pilares de esta comunidad. Tenemos pruebas que objetivizan la verdadera naturaleza de esta secta y no pararemos hasta probar que los niños que residen en esa agrupación ven conculcados cotidianamente sus derechos fundamentales, viven anclados en la Edad Media y se ven inmersos en una situación de riesgo y desamparo».
Una primera visita
El 22 de agosto la mujer acudió por primera vez a Las Doce Tribus, en Nerja. Pasó allí la noche y, cuando Iván habló con ella por teléfono, la vio satisfecha. «Me dijo que estaba bien, que podíamos vivir allí, en la naturaleza. Y a mí, de mano, no me pareció mal», explica el joven.
«Conectados con Dios»
«A veces me decía cosas extrañas, que allí había gente conectada con Dios, pero tampoco sabía muy bien qué pensar».
Bautismo
A finales del pasado mes de septiembre, Iván fue a Nerja y no le gustó lo que vio: «En Las Doce Tribus tienes que bautizarte para morir y
volver a nacer y, al hacerlo, tienes que donar todos tus bienes. Cynthia no tenía nada, pero sí tres hijos para “entregar”».